Ya ha pasado un mes desde la visita de los chicos y chicas de Malawi. Todos los que participamos en la acogida compartimos un sentimiento de añoranza, un buen recuerdo y la esperanza de que se pueda repetir en el futuro.
De las familias de acogida, Francesc ha querido compartir su testimonio sobre la experiencia:
<< Mi esposa y yo tuvimos la suerte de participar en la acogida de uno de los miembros de este grupo, Laurent, mientras que nuestra vecina Conxa y su hija Marta alojaron a otro chico, Blessings. Esto fue importante porque permitió una convivencia estrecha entre las dos familias y los dos jóvenes.
La experiencia de convivir, poder hablar sobre sus cosas y responder a sus preguntas fue enriquecedora y emocionalmente conmovedora; era como tener África viviendo con nosotros. Nos enfrentamos a personas reales, no a estadísticas. Rápidamente establecimos una conexión de empatía mutua y pasamos momentos muy buenos juntos. Incluso cantamos "El Cant de la Alegria", ¡con el horror de Martí!
Como anécdota, fuimos al Tibidabo, y era como revivir la mirada de nuestros hijos o nietos: la amplia sonrisa disfrutando de algunas atracciones o el miedo y los nervios con otras. La despedida fue muy triste y emotiva; algunos de nosotros lloramos.
Toda la experiencia fue un regalo invaluable. Agradecemos a los organizadores que hicieron posible este encuentro.
Kyzia i Francesc >>
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